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Este blog es un punto de encuentro para todos aquellos que tomamos la decision de andar por el camino. De descubrir lo que existe mas alla de nuestra vida cotidiana. Es el despertar de la conciencia. Es el amarnos como seres unicos e irrepetibles.

domingo, 31 de mayo de 2009

ataques de pánico... y Tai Chi



Pueden ir desde una extraña sensación de ansiedad en situaciones que nunca antes nos habían generado tensión, pasando por la imperiosa necesidad de salir corriendo, hasta la pérdida total de control que genera un miedo profundo que se apodera de todas nuestras facultades.
Una característica esencial, es que esas sensaciones, -normales en determinadas circunstancias-, nunca se presentan en un contexto que las justifique, y aún cuando la persona se dé cuenta que su actitud o sus sensaciones no se explican por lo que está pasando alrededor, cuando aparecen son muy difíciles de controlar.
Por otro lado parecería que las únicas herramientas que emplea la medicina convencional para tratar esta nueva patología -propia de nuestra moderna y estresada sociedad-, son tan obsoletas como el propio paradigma que ha inspirado desde hace 200 años a la medicina moderna.
Que una herramienta sea excelente en un plano, no quiere decir que lo sea siempre y en todos los casos, el paradigma mecanicista con el que se han obtenido muchos avances en materia de curación y prevención de enfermedades -como las infecciosas por ejemplo-, no siempre funciona. Y este es uno de esos casos.
Atiborrar de calmantes, sedantes o cosas peores a una persona por desconocer o lo que es peor, no reconocer el alcance de otros enfoques alternativos o complementarios, lo único que hace es profundizar el problema de fondo.
¿Y cuál es el problema de fondo?
En primer lugar vale aclarar que desde la perspectiva de una Medicina Integral, hacer medicina en base a una estadística, en base a un número, no es hacer medicina, sino que tiene que ver más con olvidar y desconocer el Arte para cosificar y robotizar a las personas pretendiendo que conocer a una es conocerlas a todas; nada más lejos de la realidad.
En este sentido cada caso es único e irrepetible, y para saber que es lo que está causando los ataques de pánico -cuando se puede-, habrá que tener en cuenta todos los aspectos de la vida de una persona, especialmente aquellos que a la mayoría les resultan irrelevantes o que fácilmente se pasan por alto por no comprenderlos o no saber que hacer con ellos.
No obstante la aclaración, en los múltiples casos de ataques de pánico en los que me ha tocado intervenir, puedo decir con cierta firmeza que el problema esencial siempre es el mismo: la falta de congruencia entre lo que la persona cree ser y lo que realmente es, la falta de congruencia entre lo que está haciendo -con relación al trabajo, al estudio o la familia- y lo que en el fondo le gustaría hacer de verdad, la falta de congruencia entre lo que se piensa y lo que se siente, la falta de congruencia entre lo que dice o predica y lo que realmente hace. En definitiva, responde a un dramático alejamiento del Centro de uno mismo.
Se podría decir que el ataque de pánico es bien real, algo totalmente legítimo y justificado desde la perspectiva de lo que Es; porque no son pocas las ocasiones en que se trata del pánico que expresa el Alma por no poder manifestar todo el Potencial que tiene y no tener espacio para Contribuir con lo que vino a Contribuir.
La presión de ser otra persona, de comportarse de otra manera a la que nos gustaría, de desplazar el Sentir Profundo, de no atender a las señales de malestar que se expresan en el cuerpo, de aplazar lo que realmente nos gustaría hacer, son todas aberraciones a las que siempre solemos encontrarle una explicación racional, y que tarde o temprano buscan descomprimirse de alguna forma.
El Ataque de Pánico, expresa el Pánico del Alma porque de una u otra forma no la han dejado Ser.
¿Cuál sería la solución?
Sencilla y a la vez muy difícil, la solución pasa fundamentalmente por ponerse en contacto con la más profundo de nosotros mismos y buscar incansablemente re-encontrarse a si mismo.
¿Qué herramientas utilizar?
Tantas como las que tenemos que utilizar para vivir, es decir alma, mente y cuerpo.
La solución no pasa por la comodidad de dejar que otros hagan la tarea por nosotros “entregándonos” plácidamente a las manos de un terapeuta por bueno que pueda ser.
No es ni con pastillas, ni con psicoterapia, ni con Reiki, ni con Yoga, ni con Tai Chi por si mismos que se puede encontrar el Camino, y paradógicamente -siempre y cuando tengamos claro que de lo que se trata es de iniciar un Profundo Proceso de Búsqueda y Cambio Interior-, todo lo anterior sí puede servirnos de ayuda y guía inicial.
Si este Ingrediente Esencial de compromiso con el Cambio de Paradigmas Personales está presente, todas aquellas herramientas que se fundamentan en un trabajo Integral de la persona, tienen la virtud de potenciar y acelerar el proceso de Sanación.
Es sumamente difícil de explicar con palabras porque el problema de fondo no se resuelve a nivel intelectual, sólo se puede resolver a nivel Vivencial, pasa por un darse cuenta, por una toma de conciencia que involucra a todo el individuo y no solo a una de sus partes.
De la misma forma que los ataques de pánico son a primera vista irracionales e injustificados, la solución a primera vista también puede parecer irracional e injustificada, pero en última instancia a través de lo vivencial -algo que involucra a todo el Ser, entendiendo por Ser la mente, el cuerpo y ese “algo más” que trasciende la forma y podemos vagamente expresar como Energía Vital-, nos ponemos a la altura del problema y podemos comenzar a actuar en el mismo plano en el que se generó.
Resumiendo:
¿Qué nos dice el ataque de pánico?
Que algo tenemos que cambiar.
Algo que es esencial para nuestra Vida y nuestra Evolución. Sin lugar a dudas para hacer ese cambio se necesita Coraje, paradójicamente el mismo que aún no se ha encontrado para cambiar lo que hay que cambiar y razón fundamental por la que entramos en pánico.
En definitiva el ataque de pánico expresa la falta de coraje.
¿Qué hacer?
Lo primera que hay que hacer es buscar ayuda.
Cada uno encontrará el Camino más adecuado, pero demasiada comodidad en ese camino es una señal bien clara de que hemos errado la elección. Algo así como que a un diabético le dijeran que para sentirse mejor debe comenzar a consumir más azúcar que antes. ¿Se entiende la advertencia?
En base a mi experiencia, creo que la ayuda siempre debería ser psico-física, es decir debería involucrar lo intelectual pero más debería involucrar el trabajo corporal como herramienta fundamental para “moderar” la frenética tendencia racionalista que contamina todo nuestro mundo occidental, porque en tanto no seamos capaces de “escuchar” las señales del resto de nuestro cuerpo, poco podremos avanzar hacia un vivir más equilibrado.
Y es en este sentido que practicar Tai Chi puede ser un excelente camino para re-encontrar el Centro.
Autor: Dr. Ernesto Velázquez Del Puerto. http://www.taichienuruguay.com

1 comentario:

  1. Hola, veo que has re-publicado un artículo de mi autoría, te agradezco también incluyas la página de la cual lo has tomado:

    http://www.taichienuruguay.com

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