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Este blog es un punto de encuentro para todos aquellos que tomamos la decision de andar por el camino. De descubrir lo que existe mas alla de nuestra vida cotidiana. Es el despertar de la conciencia. Es el amarnos como seres unicos e irrepetibles.

martes, 15 de septiembre de 2009

La paz


El rio Saraswati seguía su curso plácidamente. En uno de sus bordes se encontraba el Ashram de Vyasa. La tarde había caído y allí se encontraba el gran sabio contemplando el rio con una mirada ausente. Sus ojos estaban tristes y su cara se veía preocupada. Un profundo sufrimiento se reflejaba en sus ojos pensativos, y así en ese estado se quedó durante mucho tiempo.El silencio del entorno fue de repente interrumpido por el resonar de las cuerdas de la Vaina. Las melodiosas y dulces notas llenaron sus oídos, con la música de la Vaina se oía una voz que iba cantando las alabanzas de Narayana (El Señor).Vyasa levantó la vista con una impaciente mirada y se encontró con el joven y sabio Narada, que se le estaba acercando.Vyasa se levantó con gran angustia, fue a dar la bienvenida al Rishi Divino, y lo hizo sentar en un sitio de honor, Él, Vyasa, lo hizo a sus pies, a los pies del joven Rishi que era el hijo de Brahma (El Padre según la religión Cristiana).Narada sonrió a Vyasa y le dijo; “Espe ro que te encuentres bien y que tanto los malestares como las enfermedades no te causen problemas, estoy seguro que tu mente, clara como el agua, no está agitada. Has de sentirte muy feliz después de haber escrito el gran poema, el Mahabharata que es un pozo de sabiduría en dondehay todas las reglas de conducta. Ciertamente es una gran realización y el mundo de los hombres se beneficiará de tu obra. Así pues tú, versado como eres en la Brahma Vidya, no has de tener ningún tipo de preocupación”. Se paró un momento, y Vyasa en silencio, seguía inmóvil. Narada continuó: “Creo, sin embargo, que tu aspecto no es el de una persona feliz. Según mi manera de ver, tepareces a alguien que no ha conseguido lo que deseaba. Has hecho mucho pero a ti, pienso yo, te parece que no has estado del todo acertado. ¿Qué es lo que te preocupa, mi amigo Vyasa? ¿Qué es lo que te hace infeliz? -Lo que dices es realmente verdad, contestó Vyasa, y tú eres la única persona que puede aclarar mis dudas, eres sabio, eres el hijo de Brahma, estas siempre inmerso cantado las glorias y alabanzas de Narayana (El Señor) y creo no existe nada que pueda estar más allá de tu intelecto. Eres como el Sol que puede ver los tres mundos. Con el poder de tu Yoga puedes entrar, como el aire, dentro de los seres humanos y saber que hay de escondido en sus mentes. Has de saber pues, la razón por la cual estoy tan abatido.“Hace ya mucho tiempo, un día, mientras estaba meditando con el ojo de mi mente, pude ver el futuro del mundo. Pude ver el deterioro del Dharma, pude ver como la naturaleza del hombre experimentaba un cambio pero para empeorar, pude ver el advenimiento de Kali, la maldad escampándose por toda la Tierra.Pude ver la gradual retirada de la Gloria que había sido su herencia todos estos años. Pude sentir una gran pena por las generaciones de los hombres que tendrían que nacer en el Kaly Yuga. Por consiguiente, tomé la resolución de ayudarlos en su desgracia, y así edité los Vedas, que fueron enseñados a mis discípulos. Misdiscípulos los enseñaron a sus discípulos y estos a sus discípulos a la vez, hasta nuestros días.“Pero encontré que no había hecho lo suficiente, me di cuenta que aquellos que no podían estudiar los Vedas, los que no estaban todavía autorizados para hacerlo, también tenían derecho a la salvación, y es por eso que compuse el poema el MAHABHARATA dentro del cual se encuentran todas las lecciones de los Vedas y así son enseñadas dentro de una narrativa de la historia, fácil de entender, pues creí que toda la humanidad se beneficiaria de la misma.Y no obstante, amigo mío, siento que mi obra no ha traído la satisfacción anhelada, o, mejor dicho, no tengo ni he conseguido la paz ni el estado de tranquilidad que me deberían corresponder por ser de mi derecho, si es que he actuado correctamente. Dime pues lo que he dejado de hacer. ¿Qué es lo que finalmente me puede dar la paz? Por favor, dímelo, estoy terriblemente angustiado por este malestar, que llevo dentro de mi.”Con una ligera sonrisa que iluminaba su joven cara, Narada dijo: “Sé la razón, no has hecho todavía bastante”.“¿Que no he hecho bastante? Replicó Vyasa, descompuesto y un poco fuera de sitio. He intentado hacer todo lo posible, he puesto las bases de todo lo que he creído esencial para el bienestar del hombre y para que pudiera seguir el camino del Dharma. ¿Qué es lo que me he dejado? Dímelo… Sigo pensando que todavía no has hecho bastante, continuó Narada. Hay todavía una cosa que has de llevar a buen término antes de alcanzar LA PAZ. Has prestado un gran servicio a la humanidad escribiendo el MAHABHARATA, es cierto, sobre esto no existe ninguna duda, pero hay un inconveniente en esta obra.Vyasa le estaba escuchando de la misma manera que un discípulo escucharía a su Maestro. ¿Un inconveniente en el MAHABHARATA? Estaba ansioso de saber cuál era. No dijo ni una palabra pero sus ojos lo estaban cuestionando todo rogándole: Por favor, dime cuál es este inconveniente y cómo puedo corregirlo, estoy deseoso e impaciente por saberlo… Narada dijo; Estabas interesado en el bienestar del mundo y en contar la historia de los Pandavas, (los hombres buenos que luchan), has explicado la lección de la justicia, que al final, es siempre la ganadora y que allí donde estáKrishna allí está el Dharma. Esta es la lección y no cabe duda que el hombre la aprenda. Pero a lo largo de la Épica has insistido en los deberes del hombre, en su Dharma, haciéndolo con desinterés. El Bhagavad Gita y todos los otros tratados sobre el Dharma insisten en el Karma Yoga tal como tú lo nombras. Pero amigo mío, no has cantado las alabanzas al Señor tal como Tú tenías que haberlo hecho.¿No sabes que el camino más fácil hacia el Señor es el camino del Bhakti (La devoción)? Todos los demás Yogas son caminos mucho más difíciles.Las alabanzas a Narayana (El Señor) aun cuando se expresan con palabras equivocadas, que se canten desafinando, que se hagan en horas intempestivas, aseguran al hombre la Gracia del Señor.Lleva esta lección al hombre del mundo: aun que falle en sus deberes, deberes que le han sido dados por los Vedas y por los ancianos, e incluso si es un pecador que ha transgredido todas las normas de conducta, si en su corazón todavía queda un brote de amor, de devoción para el Señor, esto le perdonará todos los pecados y será muy amado por Él. Canta las alabanzas de Narayana una y otra vez, y una vez más y todavía una vez más, no te canses de Orar al Señor. Entonces habrás conseguido la meta por la cual has estado luchando. LA PAZ.


”Extracto del “LIBRO DEL SEÑOR” El Bhagavatam. Ultima obra Épica del Gran sabio Vyasa.

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