Realizamos la postura del árbol y nos colocamos de frente y de pie en dirección al sol o a la luna. Si elegimos el sol debemos realizarlo al amanecer o al atardecer, pues en esos momentos la luz es suave y no dañará la vista.
Se elvan suavemente las palmas de las manos hacia el frente del cuerpo, doblando ligeramente los coodos hacia afuera. Levante los brazos justamente por encima del entrecejo y forme un triángulo con los pulgares e índices de ambas manos. Encuadre el sol o la luna en el centro de ese triángulo.
Mantenga esta postura y absorva la energía Yang (sol) o Yin (luna) a través del entrecejo.
Acumule un poco de saliva en la boca y mezcle con ella la energía absorvida para formar una bola de energía Chi en su boca. Esto incrementará la cantidad de saliva producida.
Extienda ligeramente el cuello. TRague la saliva con un fuerte movimiento de deglución y diríjala mentalmente hacia el ombligo. Sienta comos e calienta esa parte al legar la nueva energía.
Repita estos pasos de 9 a 36 veces. Para terminar baje los brazos lentamente hacia el ombligo y coloque la mano izquierda sobre la derecha para recojer la energía, realizando movimientos en espiral.
"Estructura interna del Tai chi.- Mantak Chia y Juna Li- Editorial Sirio, s.a."
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